domingo, noviembre 25, 2012

Poema ardido... de la entrepierna.

¿Y qué fue de aquel condón que te di
como una promesa de nuestro amor,
en un intento desesperado por sugerirte
¡ven, hay que hacerlo!
Porque el amor se escribe con sexo,
con orgasmo, fuego intenso y grata pasión?

Ya sé, no me digas: se caducó,
porque... seamos honestos, no esperaría
que lo hubieras usado con otro cabrón,
a no, no es tu estilo, tu no engañas y menos
dos veces... es decir, bastante tienes conmigo
y con el otro, que no soy yo.
¿Cómo le llamas: Mi novio?
¡Qué raro título para la traición!

¿Y qué fue de aquel condón que me diste,
que era distinto al que yo te di?
En un intento desesperado por herirte,
conocí a otra y me la cogí.
Porque el dolor se escribe con sexo,
con eyaculación, ardor intenso y escozor.

Ya sé, no me digas: se caducó,
porque... seamos honestos, no esperaría
que me lo hubieras dado, está cabrón;
a no, no es tu estilo, tu no engañas y menos
dos veces... y todavía menos sin protección;
es decir, bastantes tienes, y con el otro
que no soy yo, parece equipo de beisbol.
¡Ay, como arde la decepción!

jueves, noviembre 01, 2012

Ya’aburnee (al revés: yo te entierro.)

En árabe, esta palabra significa, literalmente, «tú me entierras», y se refiere al deseo de morir antes que el ser amado, para no tener que sufrir su ausencia.


Quisiera ser romántico,
pero el romance, no va conmigo,
elegiste mal tus palabras:
 “antes muerta que contigo”
y ahora te estás pudriendo
entre vómito, sangre y vino.
Quisiste hacerle lo mismo
a un imberbe caballero;
que resultó traicionero,
nada valió tu cinismo.

Quisiera decir: te perdono
mas el perdón, no va conmigo;
de a poco me lastimabas
cuando me llamaste “amigo.”
Pudiste llamarme “detalle”,
inclusive “conocido”;
quisiste pasar por maje
a un psicópata maldito,
que más allá del ultraje,
 te matara en un ratito.

Quisiera decir que fui yo,
pero matar, no va conmigo;
mejor te maldigo de lejos,
al rato, mejor, me consigo.
Una que no sea tan mocha,
que trate y no se desdiga…
si te da miedo, por lo que veo
es solo una calaverita,
la única muerte que te deseo
es esa muerte chiquita.