sábado, octubre 12, 2013

you yuan wu fen

En inglés, star-crossed lovers. Este concepto describe a aquellos que, como Romeo y Julieta, se encontraron alguna vez, pero por determinada razón no pueden permanecer juntos; es decir, a esa historia de novela, de dos amantes cuya relación es, por más que se le mueva, imposible. 

Enamorarme todos los días era la opción que no era opción,
era más bien, la posibilidad y la capacidad que tenía entonces...
pero solo entonces. Hoy solo me enamoro a cada rato; pero no siempre.
Yo, era Filematólogo - así es, de esos que estudian besos -
Ella, era una apasionada estudiante de aventuras...
Y fue ese primer beso en la mejilla, entre nerviosismo y deseo,
el cual me convenció que, de haber girado un centímetro a la derecha,
habría sido boca con boca, ojos cerrados, sonrisa traviesa;
pero tuve suerte, alguien más la esperaba y tan pronto me hubo besado
se marchó, dejándome inquieto, pensando: ¿será?
Era una niña, al menos para mí, tantos años ensimismado
me habían vuelto viejo; en cambio, ella irradiaba juventud,
una intranquilidad propia de los veintinicio - pasados los veinte,
pero no tanto como para veinticinco - traducida en ecolalia,
pavoneo, coqueteo, mirada fija y penetrante, y persistencia...
En otro tiempo, ¿quién sabe?, nos habríamos puesto a bailar
con ese estúpido ritmo acompasado del "te quiero-tu me quieres-
quiero quererte-quiero que me quieras"; pero ella prácticamente
está viva y yo, en teoría, ni siquiera sé lo que es eso...
sólo el tiempo dirá, si lo que pasará mañana al ayer es cierto.

lunes, septiembre 30, 2013

Limerence

Este término describe «un estado mental involuntario que resulta de una atracción romántica hacia otra persona, combinada con una obsesiva necesidad de ser correspondido». En dicho estado, anterior al amor —y peor que el enamoramiento—, nos domina frenéticamente con una motivación pasional-carnal-sexual.

Tenerla desnuda frente a mí, no significaba ningún esfuerzo,
ni poner mis brazos alrededor de su cuerpo, o mis manos en su cuello;
el verdadero reto era no excitarme demasiado,
sólo lo suficiente como para seguirla viendo;
porque sabía que era mi trabajo pintarla desnuda de cuerpo entero.

En la suave piel de sus hermosos pechos, iba trazando versos,
y en la espalda, que estaba llena de lunares, dibujaba líneas largas;
la tinta negra era un pretexto para practicar caligrafía,
y la de colores un intento de romper con la odiosa monocromía;
porque estoy a un roce de distancia de que esto se vuelva serio.

Trato de olerla lo menos posible, pues no me quiero desviar,
porque mi trabajo es vestirla para el mundo, y no desnudarla para mí;
en el encuentro mente-cuerpo, la mente ha ganado,
en tanto el deseo contenido en la garganta, me amarga...
una trazo más, una mirada... mientras toca mi cara con sus dedos.

lunes, abril 29, 2013

Forelsket

Ese sentimiento de euforia que experimentas al darte cuenta que te estás enamorando. 

Enamorarme todos los días de una nueva extraña, porque la chica a la que quería conocer, decidió que era mejor no tomar riesgos conmigo y yo decidí que era un tonto por no insistir demasiado.

Enamorarme todos los días era la opción que no era opción, era más bien la posibilidad y la capacidad que tenía entonces, pero solo entonces... hoy, solo me enamoro a cada rato, pero no siempre.

Estoy enamorado de alguien a quien no puedo ver, no porque no pueda ver, sino porque ella ha decidido que no debo ver.

Enamorado sin ti, ¿quién lo diría? Me he vuelto cuerdo nuevamente y ella no lo notó. Es por eso que mi cerebro ya no trabaja con la misma facilidad, tanta perturbación emocional es una joda para un tipo consciente. Acaso ahora me he convertido en un idiota promedio.

Veo bebes con los dedos en la boca y no puedo dejar de pensar en ella... mi preciosa bulímica.

Parafraseando a mi banda favorita, estoy enamorado sin ti, quizás porque nunca te tuve y me tuve que inventar una versión tuya para que esto funcionara, y al hacerlo, te volví objeto de mis afectos, pero objeto al fin.

Por eso, siguiendo con la paráfrasis, estoy enamorado de de algo que no puedo ver, porque si busco me hace daño, porque no puedo tocar; y que si toco me hace más daño porque no puedo quedarme con eso. Y si te vuelvo persona de nuevo me doy cuenta de que no estoy enamorado de ti, sino de la idea de ti, parafraseando a uno de los autores que me ha influido.

Ojalá la decepción también tuviera fecha de caducidad, como todo lo bueno.

Rencor de mentiras.

¿Qué mentira te gusta más?
Elige tu favorita y veré la manera de cumplirla. Dime como quieres que te mienta y te diré quien eres.

Adivino: eres la princesa del cuento, encerrada en la torre, esperando al príncipe azul, a que te salve del ogro, del trol, de la bruja para vivir felices por siempre. No te das cuenta de que quizás esto no es un cuento, que el hecho de ser doncella, no te vuelve princesa, que al esperar al príncipe solo te volverás vieja, pues los príncipes no son heroicos; que acaso deberías salvarte tu misma, antes de acabar casándote con el trol, la bruja o el ogro, besando al sapo y quedándote con ese verde amigo; quizás el valiente caballero te espera afuera del castillo... quizás sea yo.

Ya sé que diría de ser el príncipe ardido, que no ha conseguido a la doncella:
Desperdicias la primavera cuando le dices que no al amor de ocasión.
Cuando eliges la reserva al arrebato;
cuando tu mente dice no, y tus entrañas
arden en el deseo de la oportuna aproximación con la otra persona.
Pero allá tú, espero no se te pudra aquel verano, (por no decir pucha)
que recelosa mantienes a resguardo
y que el otoño no preceda la caída de tu invernal destino.

¿Qué mentira te gusta más?
Aquí va mi mentira: Ya no las busco y acaso pareciendo indiferente, solo me mantengo al margen de la situación. Ya no las busco y sin gozo ni padecimiento me siento mejor. Pero luego vuelvo a verlas, y mi padecimiento es gozo aunque esté muy lejos, porque la belleza, a mis ojos es deseo y el deseo insatisfecho, dolor. Hasta parece que me gusta que me duela... quizás.

¿Qué mentira te gusta más?
Que no volveré a hacerlo. Jaja, aquí voy de nuevo.

viernes, febrero 08, 2013

Un perdón y cuatro disculpas no recibidas.


Fui de todas, y de todas, nada.
Para sentir que tuve la oportunidad de amar, 
escribo versos prosaicos, con tonos de nada. 
Le miento a la calma y me digo que no, 
me quedo en silencio y digo… 
solo tonterías, basta de eso.

La primera siguió con su vida, 
como si nada, nunca le afectó. 
Tanta fidelidad a un tipo infiel, 
tanta fuerza de voluntad, nunca dudó. 
Y mientras veo una imagen suya estando tan feliz, 
sabiendo que no siente ni sintió, 
jamás nada por mí. 
Así pues escribo aquí:
Una para la que no me amó.

La segunda mujer por la que sentí, 
nunca me quiso y no lo entendí. 
Jugaba al cortejo y a la apertura, 
caradura, no era para mí.
Yo tanto que pensaba en ella
y ella nunca en mí;
la perseguía y le prometía,
cosas que odiaba, por verla reír.
Hace poco la vi sonreír,
montaba a caballo luciendo feliz; 
pasó 7 años con una lombriz
y yo, miserable por un tonto desliz. 
Así escribo esta tontería, ahora que todo se hundió: 
una para la que no me quería, 
una para la que no me vio.

La tercera jugaba conmigo,
se decía soltera y tenía marido.
Cuando le dolió en el alma que la dejara, 
por esa absurda coquetería,
nunca pensé que me culparía;
pero ella también me culpó.
Prometió que llamaría, 
cuando sintiera la sanación;
nunca lo hizo... 
y ya se casó con otro cabrón. 
Así escribo en pocas líneas: 
una para la que no llamó.

La cuarta era una bella diosa,
mezcla de musa y de modelo;
era la primera en muchos años,
por la que me mostré sincero.
Pero le importaba poco, prefería la farsa, 
una relación muy tonta con un demente a distancia… 
la presencia no lo es todo, cuando de intención se trata
 y la demencia es de dos vías,
(al fin que ni quería)
Por eso va una también para ella; 
una para la que no trató.

Pude ser de todas, y de todas, nunca, 
de cada una en su momento.
Para sentir que tuve la oportunidad de amar, 
escribí en vez de vengarme, 
imaginé en vez de matarme,
 y soñé, en vez de vivir la decepción.

Y mientras la primera volvió a contactarme 
como si nada pasara,
y la segunda finge ser mi amiga
aunque cancele citas, 
al menos la tercera tuvo la decencia de no invitarme a su boda 
y la cuarta de eliminarme por completo de su puta vida… 
perdón, al menos la primera no se quedó con su novio, 
la segunda lo termino, a la tercera la botaron, 
y la cuarta morirá de soledad 
mientras su novio viva en otra ciudad.

Entre versos prosaicos 
me quedo con la idea de que pagué 
por aquellas a las que no elegí. 
Si llega el corte al menos sabré,
que sin importar nada, nunca cambié.
Nunca fui elegido, menos recordado,
fui menospreciado y malentendido.
¡Bu, por mí y una mala rima forzada, 
a las muy malditas nunca les pasó nada!
Nadie les escupe, nadie las rechaza, 
y al resto, que nos lleve la chingada.

Y si llega el fin, sin que yo lo busque, 
al menos daré por terminado el asunto;
ya se acabó todo, ya huele a difunto,
y espero muy pronto poder seguir.
Escribo una nota breve entre malas rimas, 
para aquellas cuatro por las que sentí.
Una para la que no me amó.
una para la que no me vio;
una para la que no llamó,
y una para la que no trató.