lunes, octubre 29, 2012

Prerrogativa.


Ya no me disculparé, ni pondré pretextos, ni daré explicaciones, pues la justificación que tengo en la vida es ser justo y ante eso, no hay necesidad de tonterías.

Ya no me sacrificaré, ni usaré mi vida como un servicio para extraños, visitaré en miedo como si fuera mi casa y tomaré de él tanto como en verdad pueda llenarme.

Ya no me engañaré, ni viviré contenido en el sueño o la falsa ilusión de lo correcto, porque a otros así les place. Me comeré la vida antes de que me coma. Suerte con eso.

Ya no me defenderé ni agradaré por ti; si es que hemos de estar juntos será porque vamos por la misma senda, al mismo destino y al mismo tiempo. No te seguiré ni habrás de seguirme. Juntos y nada más.

Ya no vacilaré, acaso volveré la vista atrás para ver lo que he dejado como un obstáculo superado, más no para volver la marcha. No revisaré mis huellas. La senda me la traza el ahora mismo y el mañana es irreal.

Te diré lo que haré, haré lo de siempre, pero mejor, porque hoy es mi último intento… luego, no hay tiempo amor.